Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://zubairmcui971978.jaiblogs.com/65492630/qué-habría-dicho-materazzi-para-provocar-el-cabezazo-de-zidane