Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://caoimheevhb134334.total-blog.com/análisis-del-cabezazo-de-zidane-en-la-final-de-2006-63809381